Siempre son emergencias que requieren tratamiento inmediato, ya que de lo contrario pueden causar daños irreversibles.
No se debe perder tiempo en realizar una historia clínica detallada, con sólo conocer el agente responsable se debe manejar el tratamiento.
Las quemaduras pueden ser por álcalis, ácido o gas lacrimógeno.
Son más graves que las causadas por ácidos.
Las sustancias más comunes son, soda cáustica o lejía, potasio cáustico y la cal; por ejemplo en yesos, cemento, blanqueadores y productos de limpieza, abonos y refrigerantes.
La característica de estos productos es su rápida penetración dentro del ojo (menos de un minuto).
Los elementos más comunes son los ácidos sulfúrico o de las baterías, sulfuroso o refrigerante, clorhídrico, acético,
y los conservantes de fruta y vegetales, además de los agentes utilizados para grabar cristales.
Las características de estos productos es que provocan la coagulación de la córnea, lo que actúa como una barrera a la penetración
que limita y localiza la lesión.
Producen su máxima lesión en los primeros minutos a horas, es menos progresiva y penetrante que la de los álcalis.
La complicación tardía más grave es la vascularización de la córnea.
Utilizados en spray y a una distancia de 2 metros sólo provocan una conjuntivitis química leve, pero lanzados en forma más concentrada, cercana y directa producen una lesión química severa, similar a la producida por álcalis. Por lo tanto el tratamiento no difiere del de estas últimas.
En general son lesiones en los párpados. Las quemaduras por contacto del globo ocular pueden ser: ligeras, como la debida a cenizas de cigarrillos, o graves, como la causada por metales de fusión (hierro, cristal, plomo, estaño y cinc), capaces de producir opacificación permanente del globo ocular.
- Como primeras medidas se aplicara pomada antibiótica con compresas estériles y apósitos de solución fisiológica.
- Instilar colirios antibióticos 4 veces por día.
- Salvo las quemaduras en el espesor de los párpados, las que afectan el globo ocular o provoquen su exposición deben ser evaluadas de inmediato por el oftalmólogo.
Es provocado por la luz ultravioleta, en general por soldaduras o lámparas solares.
Los síntomas aparecen 6 a 12 horas después de la exposición, provocados por microúlceras en la córnea.
Varían desde una irritación leve con sensación de cuerpo extraño hasta fotofobia grave, dolor y espasmo palpebral.
La mayoría de la veces los cuerpos extraños corneanos o conjuntivales son consecuencias de accidentes profesionales leves. Pueden ser únicos o múltiples.
Son causados por partículas de tamaño pequeño que desarrollan una alta velocidad;
en general se trata de esquirlas que se producen al martillar en el cortafierro, al utilizar un taladro sobre una superficie metálica o por un
perdigón de escopeta.
Estos proyectiles pueden penetrar en el globo ocular sin causar dolor severo, en algunos casos no causan alteraciones visuales
ni se observan signos oculares externos.
El cuerpo extraño provoca una sensación de molestia ocular, con fotofobia y lagrimeo agudos.